Según un balance provisional, al menos cuatro personas murieron por los derrumbes causados por el sismo, de magnitud 5,9, cuyo epicentro se situó a unos 10 km de profundidad en Finale Emilia, 36 km al norte de Bolonia, provincia de Módena.
Se trata de cuatro obreros que pernoctaban en las sedes de las fábricas en las que trabajaban. Uno de ellos es un marroquí de 29 años, fallecido al desplomarse un galpón de una fábrica de poliestireno en Ponte Rodoni di Bondeno, en Módena.
Los otros dos son italianos que trabajaban en una fábrica de cerámica en San'Agostino, Ferrara.
Primeros reportes
Uno de ellos, Nicola Cavicchi, de 35 años, "quería pasar el domingo al mar, pero como estaba por llover aceptó remplazar a un colega enfermo", contaron a medios locales sus parientes.
El cuerpo de un cuarto obrero, que se encontraba dentro de una herrería, fue hallado por los bomberos atrapado entre los escombros de la fábrica Tecopress de Ferrara.
Otras dos personas, una anciana de más de cien años y una mujer de 37 años, de nacionalidad alemana, fallecieron por un ataque al corazón producido por el pánico.
Unas 50 personas resultaron heridas en la región de Ferrara, aunque ninguna de gravedad.
El sismo se sintió en todo el noreste de la península.
"Sentimos un miedo tremendo, todo el pueblo salió a la calle después de la primera réplica. A la segunda nos refugiamos en los automóviles, por fortuna los daños han sido limitados, aunque varias iglesias resultan afectadas", contó a la prensa Umberto Mazza, alcalde de Ostiglia, cerca de Mantua.
Cuantiosos daños
Muchas casas y campanarios se derrumbaron en varias localidades y varios hospitales fueron evacuados por medidas de seguridad.
"La parte superior de una torre medieval del castillo de Galeazza se desprendió", informaron fuentes locales.
En Bolonia y otras ciudades, miles de habitantes fueron despertados por el terremoto y salieron a la calle.
En Venecia, una familia de turistas colombianos, que se hospedada en un hotel al lado de la plaza de San Marcos, se despertó por el temblor, que duró unos veinte segundos.
"Fue durísimo. Pensábamos: ojalá que esto no se caiga, que tenga cimientos", contó a la AFP Claudia de Escallón.
Las centrales telefónicas de los bomberos de la región quedaron rápidamente saturadas.
Las primeras imágenes difundidas por las televisiones italianas, mostraban casas semiderrumbadas, escombros en las carreteras, torres antiguas e iglesias agrietadas y los habitantes en las calles.
Sismo previo
Antes del terremoto de magnitud 5,9 se había registrado otro sismo de magnitud 4,1 con epicentro en la región de Lombardía que se había sentido también en las provincias de Módena y Ferrara de la región de Emilia Romaña y en Rovigo, provincia del Véneto.
Para tranquilizar a la población, las autoridades confirmaron la celebración de las elecciones administratrivas locales en las ciudades de Piacenza, Parma, Budrio y Comacchio.
Según el Servicio de Vigilancia Geológica de los Estados Unidos (USGS), el temblor se registró a una profundidad de 10,1 kilómetros.
Los italianos han revivido el terremoto de Los Abruzos (centro de Italia) que el 6 de abril de 2009 devastó el centro histórico medieval de L'Aquila y provocó la muerte de 309 personas, dos mil heridos y 80.000 de desplazados.
Daños notables
La región del nordeste de Italia sufrió "notables daños al patrimonio cultural", tras el fuerte sismo de la madrugada del domingo, aseguró en una nota el ministerio para los Bienes Culturales.
"Tras una primera evaluación, los daños resultan notables", sostiene el comunicado al hacer un primer balance del sismo, que causó la muerte de al menos seis personas, dejó decenas de heridos y destruyó monumentos históricos de la región de Ferrara, ciudad declarada Patrimonio Mundial de la Humanidad en 1995.
Importantes monumentos de Ferrara, con una estructura urbanística que se remonta al siglo XIV, sufrieron daños entre ellos la plaza Savonarola así como la fachada del Castillo Estense, emblema de la ciudad.
Monumentos agrietados
Igualmente se han registrado desprendimientos y grietas en varias iglesias importantes, entre ellos la de San Carlo y de Santa Maria in Vado.
En la pequeña localidad de Poggio Renatico, en la región de Ferrara, se derrumbó la torre del reloj del Castillo Lambertini, sede de la alcaldía.
Italia cuenta con un patrimonio artístico inestimable, cuya fragilidad fue evidente durante los terremotos de septiembre y octubre de 1997 en Umbría y Marcas, dos regiones del centro.
En tal ocasión la hermosa basílica de San Francisco de Asís, célebre por los frescos de Giotto, se derrumbó y tuvo que ser sometida a una importante y costosa restauración.
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